16.6.07

Carmen Patricia Cerón

El mito en el cambio social: lectura desde E. Leach


Leach (1976) plantea que si bien las sociedades tienen una dimensión espacial y temporal, la descripción antropológica suele mostrarlas en equilibrio estable a lo largo del tiempo. Con la interpretación de la etnografía de los pueblos de la alta Birmania, propone que la realidad social no necesariamente constituye un todo coherente, una de las formas de evidencia, es que los individuos pueden sostener y sostienen ideas contradictorias e inconsistentes. En este contexto, el mito igualmente puede contener una estructura inestable y ser parte de la dinámica social.

Define el mito como la expresión de un sistema de ideas o como una forma de describir determinados comportamientos humanos y de hacer afirmaciones sobre las relaciones estructurales. En tal medida, son “exposiciones verbales que son contrapartida de la acción”, entonces, el mito implica ritual y viceversa.

Para el autor, el mito en su estructura interna es contradictorio e inconsistente. Esto se debe a que no expresa un conjunto de reglas o de acontecimientos históricos; se usa para validar el estatus de quien lo narra, en una sociedad en la que la narración de la tradición es una profesión y también, porque el uso verbal permite al hablante estructurar sus categorías de más de una forma, con ello, no hay una versión auténtica o correcta del mito sino varias, cada una de las cuales tiende a apoyar uno de los diferentes intereses implicados.

En consecuencia, el análisis detallado del mito muestra que las contradicciones son significativas porque las versiones rivales permiten evidenciar la dinámica social. En efecto, entre las poblaciones de la alta Birmania se encuentra que no hay una sola versión en la cual toda la población esté de acuerdo, hay un número de historias que tienen como referente unos personajes mitológicos y la misma clase de símbolos, pero hay diferencias que muestran los esfuerzos de cada grupo por reforzar o mejorar su posición en la estructura del mito.

Leach, para su época, aporta una perspectiva diferente a otras corrientes de las ciencias sociales que buscaban en el mito la consistencia, la coherencia, la versión verdadera y que lo asociaban con el acontecimiento histórico. Para lograrlo, por una parte, realiza una diferencia entre modelo de abstracción construido por el investigador y la realidad que interpreta. La sociedad, y por ende la historia, no están en equilibrio ni son un todo coherente, aparecen así por la forma de ordenación académica del pensamiento que construye un modelo idealizado. Una cosa es el mito en la cotidianidad de los individuos y otra, la interpretación construida por el investigador. En consecuencia, el análisis del mito como parte del equilibrio o de la dinámica social, va a estar influenciado por la perspectiva teórica.

Por otra parte, aclara la diferencia entre el comportamiento real y el ideal, este ultimo entendido como la construcción de realidad que los pobladores construyen como correcta. En la vida real, las personas enfrentan elecciones entre alternativas de acción en la lucha por el poder y ocupan o pueden pensarse ocupando diferentes posiciones, cada cual en su propio interés, procuran explotar la situación tal como la perciben y al hacerlo, la colectividad de individuos altera la estructura de la propia sociedad. Así aunque, el mito aparece como una versión ideal de la estructura social, en la práctica social, las versiones están articuladas a quién las dice y cómo las dice.

Para finalizar, se puede decir que Leach, al pensar la dinámica social, aporta una perspectiva en la cual el mito se relaciona con la política. En consecuencia, el mito se expresa dependiendo de los intereses de los individuos y los colectivos que lo usan entre sus estrategias para ganar o mantener poder y legitimidad social.